Los pagos sin contacto o contactless llegaron a España en el 2015 como la última innovación en el campo del pago electrónico. Un cambio al que les costó poco adaptarse a los españoles por la transición casi invisible que ocurrió entre las tarjetas de pin y las contactless gracias a los bancos.

Según Visa, a día de hoy el 75% de tarjetas que se emiten incluyen tecnología contactless y un 45% de consumidores han hecho uso de ella en el 2017.

Según un estudio por Universal Pay, el 75% de establecimientos del país cuentan con lectores de tarjetas de crédito, débito y prepago contactless, y su uso es cada vez más extendido, especialmente en las grandes ciudades.

Pero las tarjetas de crédito y débito no son los únicos dispositivos electrónicos con los que se puede pagar en España a día de hoy. De hecho, las tarjetas contactless son seguramente el coletazo final que veamos en cuanto a pagos con tarjeta, ya que los protagonistas a partir de ahora serán los pagos móviles y los wearables.

La revolución del pago móvil

Cuando el pago contactless ya parecía formar parte de nuestra vida diaria, llegó la tecnología para utilizar los teléfonos móviles como medio de pago.

La revolución empezó en el 2016 con Samsung Pay que, de la mano de CaixaBank, ofrecía a sus clientes la posibilidad de pagar con el simple gesto de acercar su smartphone al datafono. Apple Pay no tardó en llegar, con Android Pay – ahora Google Pay – pisándole los talones.

La realidad es que la mayoría de los bancos de referencia a nivel nacional ya ofrecían sus propias apps para pagar con el móvil antes de la llegada de Samsung Pay, aunque cierto es que sin llegar a una cifra notable de descargas.

El aterrizaje de los gigantes de la tecnología (Apple, Samsung, Google) y su mayor seguridad, visibilidad y funcionalidad obligó a los bancos a adaptarse, reinventarse y pasar por el aro, les gustase o no.

El teléfono móvil es un medio de pago cómodo: es suficiente acercar el dispositivo al TPV contactless

Aún así, el 71% de usuarios no han hecho uso de este tipo de tecnología en el 2017 según el Informe Mobile en España y en el Mundo 2018 de Ditrendia.

Este dato no llega a ser sorprendente, ya que en la mayoría de los casos el cambio de una tarjeta de pin a una contactless no ha sido un cambio voluntario para el consumidor. Cuando nació esta tecnología los bancos empezaron a emitir tarjetas contactless, la pidiera el consumidor o no.

El usuario muchas veces no era consciente de los cambios que había sufrido su tarjeta, siendo los propios comerciantes quienes educaron a la población acerca de su uso.

En el caso de los pagos móviles, ocurre algo muy distinto. Para realizar un pago móvil, el usuario debe:

  • Saber que existe esa posibilidad

  • Tener un smartphone que lo permita

  • Descargar y configurar las aplicaciones pertinentes

  • Aprender a utilizar la tecnología

Contactless

El logo de la tecnología contactless

Este proceso excluye automáticamente a un gran porcentaje de la población, y explica que solo un 29% de consumidores hayan tenido la curiosidad y la iniciativa de realizar un pago de esta manera.

Estos datos se ven reflejados en la pequeña y mediana empresa en España. Según el estudio de Universal Pay, el 44% de las PYMES encuestadas “creen que el servicio más importante como valor añadido a su TPV, por delante del pago con móvil o la conversión de divisa, es el pago sin contacto.”

Sin embargo, Juniper Research estima que en el 2020 el 15% de los pagos a nivel mundial serán con pago móvil, con aproximadamente uno de cada dos desde Apple Pay. Esto puede ser un indicador del tipo de cliente que se decanta por Apple: un consumidor amante de la tecnología y que es más curioso a la hora de probar cosas nuevas. Definitivamente, el pago móvil es algo que viene para quedarse.

El futuro de los pagos contactless

Aunque es cierto que el pago con móvil en España no ha llegado a los niveles que se ven en Reino Unido y otros países europeos, no significa que no vaya a suceder.

Los números aumentan cada año, y España es el mercado con más crecimiento en Europa en este sector. Un 93% de millenials españoles esperan pagar de forma regular con el móvil antes del año 2020.

Pero, si miramos hacia el futuro, veremos que los pagos sin contacto van mucho más allá del móvil. En el Mobile World Congress de Barcelona que se celebró el pasado Febrero de este año se vieron los nuevos medios de pagos que vienen, y es que, según el Barómetro de Pagos Digitales de Mastercard, «uno de cada 3 españoles está dispuesto a hacer pagos a través de su reloj, pulsera o llavero.»

Si somos capaces de hacer el cambio de pagar con una tarjeta física a pagar con el teléfono móvil, ¿qué nos frena a usar una pulsera, un reloj o incluso el coche?

Los wearables, tecnología que llevas puesta, no son nada nuevo, los FitBit, una pulsera que te mide las pulsaciones y cuantos pasos das, empezaron a ganar popularidad en el 2013, y ahora también ofrecen pagos sin contacto a través de FitBit Pay. Imagina salir a correr, sin cartera, incluso sin móvil, y poder pasarte a por el pan de camino a casa pagando con tu reloj.

Y esto es solo el principio, las disrupciones que vamos a ver van a revolucionar la forma en la que compramos y vendemos productos y servicios. El futuro de los pagos parece que será más fácil, más rápido y más seguro que nunca.