La gift card o tarjeta regalo no es una novedad en el mundo del comercio minorista. Utilizada desde hace tiempo en el sector de la gran distribución, con el tiempo ha conquistado también a las pequeñas empresas, gracias a algunas ventajas a las que conviene prestar atención.
La innovación y el desarrollo de herramientas digitales orientadas a las PYME han dado un impulso renovado a su difusión, haciéndolas fácilmente accesibles a todo el mundo.
Ya no son solo para las grandes tiendas: también los pequeños comerciantes y profesionales puede beneficiarse de venderlas.
A continuación, descubriremos las principales características de las tarjetas regalo, los métodos para venderlas en tu propia tienda y, sobre todo, las razones por las que una pequeña empresa debería tenerlas en cuenta.
¿Qué es una tarjeta regalo?
Una gift card o tarjeta regalo es, en términos prácticos, un medio de pago que se utiliza en un determinado comercio o cadena de comercios vinculados por una misma marca o grupo comercial.
Para el comerciante, la tarjeta regalo es una especie de título de crédito que se entrega al cliente (a cambio de una comisión o de forma gratuita, según la finalidad), consumible únicamente dentro del mismo comercio.
La venta de estas tarjetas puede traer grandes ventajas para el comerciante, cómo veremos más adelante.
¿Cómo funciona?
Lo primero a considerar es la emisión. Una vez elegido el método de creación y gestión de las tarjetas regalo, el comerciante genera una tarjeta con la denominación que desee y la entrega al cliente al precio de su valor nominal.
Por ejemplo: el cliente compra una tarjeta regalo por un valor de 50 euros y paga 50 euros por ella.
No hay pérdidas para el comerciante en esta operación, pero es importante aclarar que, según el método elegido para gestionar las gift card, se pueden cobrar comisiones por su emisión o por los pagos recibidos mediante estas.
La tarjeta regalo digital
Durante mucho tiempo hemos estado familiarizados con las tarjetas regalo en su formato físico: en papel o en plástico.
Este tipo de tarjetas sigue siendo muy utilizado por las grandes marcas, a menudo disponibles en las cajas de los supermercados, tiendas de electrónica y estancos.
Aún más extendidas, en todo caso, están las digitales, que a pesar de ser inmateriales cumplen prácticamente las mismas funciones que las físicas.
Son las tarjetas regalo digitales las que han revolucionado la accesibilidad a este medio de pago por parte de todo tipo de empresas.
Además de ser cómoda, la tarjeta regalo digital puede ser generada y gestionada por la propia empresa, tienda o, incluso, un profesional, un autónomo, etcétera, sin necesidad de contratar los servicios de otra empresa.
Así, la tarjeta regalo digital puede ser gestionada por el propio comercio, que regula sus condiciones y términos de uso.
La tarjeta regalo digital adopta la forma de un código de barras, un código QR o una simple secuencia de números y/o letras que se entregan por SMS, WhatsApp, correo electrónico o a través de cualquier aplicación de mensajería.
También puede imprimirse en un papel común para su entrega en formato físico.
No tienen titularidad: pueden ser utilizadas por cualquier persona que las utilice para pagar al comerciante. Esto es lo que las hace tan atractivas como regalos para amigos y familiares.
Imagen: Mobile Transaction
Para utilizar una tarjeta regalo, el cliente deberá mostrar en la tienda el código antes mencionado y el comerciante lo controlará utilizando la herramienta correspondiente según la solución elegida.
El sistema más sencillo y rápido consiste en el uso de una aplicación móvil en un smartphone, tanto para crear el código como para leerlo.
Otros métodos implican un procedimiento «manual» seleccionando el código de una lista de tarjetas regalo generadas, mientras que otros pueden hacer uso del terminal de pago o del escáner de código de barras.
Las ventajas de las tarjetas regalo para los comerciantes
Por definición, una tarjeta regalo es adquirida por el cliente con la intención de regalársela a otra persona. Al fin y al cabo, no tendría sentido comprar una tarjeta de regalo para uno mismo, a no ser que existan ventajas económicas en hacerlo (por ejemplo, porque se vende con descuento).
Lo que sucede con las tarjetas regalo es, entonces, una especie de boca-en-boca: publicidad indirecta, marketing de bajo coste.
Por un lado, tienes un cliente (obviamente satisfecho) que compra una tarjeta regalo para dársela a un conocido o allegado; por el otro, tienes a este nuevo cliente potencial que entrará en la tienda con una imagen formada y positiva y, en la mayoría de los casos, el gasto en el que incurrirá superará al valor cubierto por la tarjeta.
En caso contrario, es decir, si el poseedor de la tarjeta regalo gasta menos que el importe cubierto por la tarjeta, es seguro que volverá más adelante a gastar el resto.
La principal ventaja de la tarjeta regalo es, por lo tanto, el boca-en-boca que, sobre todo en épocas de vacaciones, puede provocar un aumento temporal de las ventas y prolongar los efectos de las festividades en el comercio. Además, si la persona que utiliza la tarjeta regalo también queda satisfecha, es probable que pase a convertirse en cliente habitual (así como, eventualmente, en un potencial comprador de tarjetas regalo).
Las condiciones de uso
A menos que se utilice una solución en la que los términos y condiciones sean impuestos por la empresa que emite las tarjetas regalo, el comerciante es el responsable de definir reglas claras, e informarlas adecuadamente, para evitar disputas con los clientes.
¿Qué condiciones se deben definir antes de comenzar a vender estas tarjetas?
- Uso para productos en promoción.
- Acumulación de tarjetas.
- Periodo de validez.
- Categoría de producto.
La venta de tarjetas regalo no siempre es gratuita: el servicio elegido para emitirlas puede cobrar comisiones. En este caso, permitir su uso para pagar por productos ya rebajados puede reducir significativamente los márgenes de ganancia.
Del mismo modo, el comerciante debe definir de antemano si las tarjetas pueden utilizarse en todas las categorías de productos o, por el contrario, excluye una determinada categoría (o varias).
En este sentido, es buena idea tener en cuenta el tipo de IVA aplicado al producto, así como las posibles comisiones de la tarjeta regalo.
Por último, es importante definir si el cliente puede utilizar varias tarjetas regalo para un mismo gasto (es decir, sumar el valor de varias tarjetas para realizar una única compra) y el periodo de validez las tarjetas, contado desde el día de su emisión.
Todas estas disposiciones deben ser comunicadas al cliente con claridad antes de la compra, y luego transmitidas en detalle por SMS, correo electrónico u otros medios, cuando se emita la tarjeta.
¿Cuáles son los inconvenientes?
Aunque no existen verdaderos inconvenientes, es importante señalar que la venta de tarjetas regalo requiere cierto cuidado adicional en cuanto a la contabilidad.
Los ingresos derivados de la emisión de una tarjeta regalo no pueden considerarse como tales (al menos en principio). El vendedor recibe un importe en el momento de la emisión, pero al mismo tiempo debe considerar que el cliente tendrá un crédito por el mismo valor.
Por lo tanto, la venta debe registrarse cuando el cliente utiliza la gift card para comprar productos. Nada complicado, pero, al menos al comienzo, habrá que prestar especial atención a este punto.
En caso de duda, lo mejor es consultar al contable para evitar errores de registro en las transacciones. También depende mucho del servicio elegido para la creación de tarjetas regalo, ya que algunos pueden gestionar la contabilidad de forma automática, especialmente los que están conectados a la caja registradora.
¿Cómo vender tarjetas regalo en la propia tienda?
Hay varios métodos que un comerciante puede adoptar para vender tarjetas regalo en una tienda pequeña.
Si bien no todas implican comisiones, antes de definir el método a adoptar se debe tener en cuenta no solo el factor económico, sino también cómo se va a gestionar la emisión y el uso de las tarjetas.
Por tu cuenta
Es posible gestionar la venta de tarjetas regalo de forma totalmente autónoma e independiente, incluso si se trata de una pequeña empresa con un solo punto de venta y una clientela no especialmente numerosa.
De esta manera se evitan los costos y las comisiones que cobran los servicios externos, aunque el costo nunca será cero. Por ejemplo, la emisión de las tarjetas y su registro pueden tener costos asociados, así sean estas digitales o en papel.
Además, cuando se gestionan sin el apoyo de un software especializado, aumenta el riesgo de errores, de los que puede derivarse una perdida.
No hay que descartar tajantemente esta opción, pero sin duda implica un profundo conocimiento de los clientes, para poder organizarse mejor y, sobre todo, para prevenir posibles conflictos o problemas de gestión.
Sitios de comercio electrónico, y terminales de pago
Una buena manera de empezar a vender tarjetas regalo son las plataformas de comercio electrónico.
Las soluciones más populares permiten a los usuarios activar la función mediante una activación rápida, y al cliente comprar la tarjeta regalo con el mismo procedimiento que una compra normal en línea.
Algunos de los servicios que ofrecen la función de tarjetas regalo en la actualidad son Shopify, Wix y Squarespace. Para más información sobre esto, echa un vistazo a nuestra comparación de las mejores plataformas de comercio electrónico.
La función de creación rápida de tarjetas regalo también está incluida en la aplicación móvil de SumUp. Los compradores de un datáfono de la marca tendrán acceso a esta y otras funcionalidades, como la tienda en línea y la facturación electrónica. Todos los servicios de SumUp están diseñados pensando en empresas pequeñas con volúmenes modestos de transacciones.
Servicios especializados
Por último, existen soluciones especializadas en la fidelización de clientes. En este caso, se proporcionan todas las herramientas necesarias para la creación y gestión de programas de fidelización, tarjetas regalo, etcétera.
Sin duda, una excelente solución para las empresas que busquen crecer rápidamente, pero implica mayores costos: a menudo se trata de servicios basados en una suscripción, con limitaciones contractuales.