Cuando hablamos de un TPV virtual, generalmente nos referimos a lo que tradicionalmente se conoce como pasarela de pago, aunque el término también puede referirse a un sistema de recepción de pagos a distancia para comercios que aceptan pedidos o reservas telefónicas.

Vamos a revisar a continuación en qué consiste un TPV virtual en cada uno de estos contextos, y cuál es su funcionamiento esencial en ambos casos.

TPV virtual para tiendas online

En el caso de que tengamos una tienda online y queramos habilitar un método de pago para poder facilitar las compras a nuestros clientes, lo que necesitaremos será una pasarela de pago o gateway de pago.

Este tipo de TPV virtual consiste esencialmente en una plataforma externa que permite la recepción de pagos utilizando diferentes métodos, normalmente tarjetas bancarias como Visa o MasterCard, y ocasionalmente también distintos gestores de pago digitales como Trustly, Skrill o Neteller.

Las pasarelas de pago suelen integrarse de forma sencilla con las tiendas online, de forma que la experiencia de los clientes es fluida y no necesitan visitar una plataforma de terceros para realizar el pago.

Imagen: Stripe

El TPV virtual se integra perfectamente con la tienda online.

En cuanto a su funcionamiento, las pasarelas de pago ejercen de intermediarias entre el método de pago elegido por el cliente y nuestra propia cuenta bancaria, de forma que nos trasladarán el dinero del pago a cambio de una pequeña comisión por cada pago o una cuota mensual.

Algunas de las pasarelas de pago más populares son Stripe, Square, 2Checkout o FirstData, entre muchas otras, y, de hecho, la propia PayPal está considerada también como una pasarela de pago, aunque su larga trayectoria y gran popularidad también hace que se trate de una de las que cobra las tarifas más elevadas.

TPV virtual para pedidos telefónicos

En segunda instancia nos encontramos con un TPV virtual para realizar pedidos telefónicos, es decir, un terminal virtual del tipo MO/TO. Este es el tipo de TPV virtual que necesitamos en nuestra empresa si tenemos, por ejemplo, un restaurante que acepta reservas telefónicas, o una floristería que acepta encargos a distancia.

Con este tipo de terminal, el cliente debe facilitar los datos de su tarjeta de débito o crédito de manera telefónica, y entonces introduciremos manualmente esta información de pago y el importe a transferir en una plataforma digital que se encargará de gestionar el pago.

Este tipo de TPV virtual normalmente solo opera con tarjetas bancarias, y no se lo suele utilizar en tiendas digitales u online, sino únicamente en comercios físicos que aceptan pagos teléfonicos.

Una alternativa más moderna es el pago por enlace o enlace de pago. A diferencia del tradicional TPV virtual para pedidos telefónicos, este método permite al comerciante recibir el pago a distancia simplemente enviando un enlace y dejando que el cliente introduzca los datos de su tarjeta de crédito.

Ambos métodos son soluciones ideales para quienes tienen un negocio en el que recibir pedidos a distancia es una importante fuente de ingresos.

¿Quieres saber más? Lee nuestro artículo sobre enlaces de pago.

¿Cómo conseguir un TPV Virtual?

El procedimiento para conseguir un TPV virtual varía en función del tipo de comercio que quieras establecer.

Si estás construyendo una tienda online, es probable que puedas contratar una pasarela de pago directamente desde la plataforma que estés utilizando para crear tu tienda.

Tanto Shopify como Wix ofrecen servicios de integración con TPVs virtuales que te permitirán recibir pagos en tu tienda online a cambio de una cierta comisión, aunque también puedes optar por servicios de terceros que tal vez ofrezcan comisiones más competitivas, con la única desventaja de que tendrás que configurarlos manualmente, ya que no serán opciones nativas de la plataforma de diseño web que hayas elegido.

En cuanto al TPV virtual para pedidos telefónicos y pagos a distancia, puedes ponerte en contacto con tu proveedor de TPV físico. Todos los grandes bancos españoles ofrecen este servicio: por ejemplo, BBVA, La Caixa, Santander, etc..

Para una solución más rápida, las pequeñas empresas pueden confiar en empresas como myPOS y SumUp, cuyos servicios no tienen costes fijos y, por tanto, se adaptan mejor a las necesidades de quienes procesan pocas transacciones a distancia.

¿Quieres abrir una tienda online? Consulta nuestro artículo sobre las mejores plataformas de e-commerce.