Para procesar los pagos, los datáfonos deben estar conectados a internet.

Incluso los primeros terminales de los años setenta y ochenta necesitaban contar con una conexión, que en aquella época era la de la línea analógica utilizada principalmente por el teléfono fijo.

A partir de los años noventa se produjo una evolución veloz y constante de la conectividad, hasta culminar en lo que hoy es la norma: la conexión inalámbrica.

  • ¿Cuáles son las opciones disponibles hoy en día para conectar el terminal?

  • ¿Cuál es la mejor opción en base a las exigencias particulares de cada uno?

En este artículo, vamos a descubrir cuáles son los métodos de conexión de los datáfonos a la red, así como la estabilidad, las ventajas y las desventajas de cada uno.

¿Por qué es importante?

Los terminales de pago dependen de la conexión a internet para poder verificar con los bancos y con las redes correspondientes (Visa, Mastercard, etc.) la validez de la tarjeta de débito o de crédito utilizada, los datos de la transacción y el código PIN.

Aunque algunos datáfonos permiten procesar transacciones sin conexión, la operación real solo tiene lugar una vez que el dispositivo se vuelve a conectar a internet.

¿Es importante la modalidad de conexión del terminal? Sí, sobre todo las opciones locales son limitadas.

Existen lugares que cuentan con una mala cobertura de WiFi o incluso una señal deficiente de 4G; en estos casos, otras tecnologías podrían prevenir situaciones incómodas, como la imposibilidad de recibir un pago con tarjeta y la consiguiente perdida de una o varias ventas.

En cuanto al equipamiento, una tarjeta SIM, por ejemplo, es esencial para asegurar la disponibilidad de conexión (y, por lo tanto, el correcto funcionamiento del datáfono), cuando se trabaja en movimiento, lejos de la ubicación habitual.

Por otro lado, una conexión de WiFi o de Ethernet requiere de una serie de cables y dispositivos que repercuten en el costo inicial necesario para poner en marcha un terminal de pago.

La red móvil

Los terminales para comercios itinerantes (por ejemplo, vendedores ambulantes) o para intervenciones o entregas a domicilio, deben conectarse necesariamente a una red móvil.

Al igual que sucede con un smartphone, el terminal debe estar equipado con una tarjeta SIM de datos para poder establecer una conexión de 4G con cualquier operador de telefonía móvil, como Vodafone, Orange, Movistar, etc.

Al comprar o alquilar un terminal de pago, generalmente (aunque no siempre), viene incluida una tarjeta SIM multioperador con tráfico de datos ilimitado.

A continuación, detallamos los distintos sistemas de conectividad móvil, del más lento al más rápido:

2G/GSM: Red móvil de segunda generación (2G), también conocida como GSM (Global System for Mobile Communication). Lanzada en 1991, la red 2G fue la primera modalidad de conexión digital que sustituyó a la señal de radio analógica en los dispositivos móviles.

2,5G/GPRS: El General Packet Radio Service (GPRS) es una versión mejorada del 2G, con velocidades superiores de conexión, de hasta 114 Kbps (0,1 Mbps).

 2,75G/EDGE: Introducida en el año 2003, la Enhanced Data GSM Evolution (EDGE) es aún más rápida que el 2G, con velocidades que alcanzan los 0,3 Mbps.

3G: Red móvil de tercera generación (3G), lanzada en el año 2001. Fue la primera en proporcionar una velocidad de conexión que hoy podríamos considerar como veloz (o, al menos, aceptable), así como la posibilidad de acceder a contenidos multimedia desde el teléfono móvil.

4G/LTE: La Long Term Evolution (LTE) es la red de cuarta generación (4G), introducida en el año 2009. Con velocidades significativamente más rápidas de conexión que la tercera generación, allanó el camino para la reproducción en vivo (streaming) en HD, así como todo tipo de prácticas de uso intensivo de datos.

5G: La última generación de redes móviles es la 5G. Se espera que sea unas 20 veces más rápida que el 4G, aunque en el uso común puede que «tan sólo» alcance el doble de velocidad. La red 5G aún está en proceso de despliegue e implementación tanto en España como en el resto de Europa; por ahora, son pocos los terminales capaces de conectarse a esta red.

Los operadores de telefonía móvil han abandonado la red 3G para destinar más recursos a las de 4G y 5G, aunque siguen manteniendo en uso la red de segunda generación.

Es difícil reemplazar la conexión 2G, ya que, aunque tiene una latencia demasiado alta, sigue siendo la única forma de garantizar la conectividad en las zonas rurales.

No obstante, Android ha introducido la posibilidad de deshabilitar la red 2G en los dispositivos que utilizan su sistema operativo, puesto que se la considera insegura.

La red 4G es actualmente la más utilizada en España y en Europa, mientras que la 5G está comenzando a estar disponible, sobre todo, en las grandes ciudades. Dado que cada sistema de red móvil depende de una infraestructura y unas antenas de transmisión particulares, la cobertura depende del estado de las instalaciones de cada zona del territorio.

Puedes consultar el mapa de cobertura móvil para descubrir qué tipo de red está disponible en las zonas que te interesan, con la posibilidad de seleccionar un operador concreto.

Cuando el terminal no integra una tarjeta SIM multioperador, recomendamos comprobar la situación particular de la zona de interés antes de adquirir o de alquilar un datáfono.

WiFi

El WiFi es la conexión inalámbrica más común también en el caso de los datáfonos inalámbricos, es decir, dispositivos que funcionan sin cables, pero solo dentro del rango de difusión de la señal (el mismo principio que rige a los móviles y a los ordenadores conectados a la red WiFi en el hogar).

Para acceder a la conexión se introduce la contraseña de la red WiFi en el terminal inalámbrico. La mayor parte de los terminales WiFi requieren de una conexión segura (protegida con contraseña), por lo que no pueden conectarse a redes públicas o abiertas. Este requisito es fundamental por una cuestión de seguridad respecto al datáfono.

La conexión WiFi opera con radiofrecuencias de alta velocidad, gracias a las cuales es posible utilizar un complejo sistema de encriptación de datos. En otras palabras, es un modo seguro de procesar transacciones.

En teoría, un datáfono WiFi puede estar a una distancia de hasta 300 metros del router, pero esto depende de una serie de factores, principalmente de las características técnicas del terminal, así como de la misma red inalámbrica y hasta del entorno.

Esta solución es ideal, por lo tanto, no solo en el punto de caja, sino también para recibir pagos en las mesas en el caso de restaurantes, cafeterías, bares y todo tipo de establecimientos gastronómicos.

Bluetooth

El Bluetooth es una radiofrecuencia que no se conecta directamente a internet; se utiliza para conectar un terminal a un dispositivo en red. Este último puede ser un router o un móvil inteligente con una aplicación instalada.

En el caso de los lectores de tarjetas con apps (conocidos como datáfonos móviles), el Bluetooth sincroniza el lector, que no cuenta con una conexión propia, con el móvil o la tableta en donde está instalada la aplicación. Una vez establecida la conexión entre ambos dispositivos, estos deben operar juntos para recibir pagos (el datáfono móvil no puede funcionar sin el teléfono móvil).

Los terminales dotados con conectividad Bluetooth pueden también conectarse a un router (siempre y cuando este disponga de la misma tecnología), aunque para procesar las transacciones tendrá que permanecer a menos de 10 metros del propio router (una especie de terminal sin contacto con un alcance menor).

Ethernet/LAN

La mayoría de los datáfonos fijos cuentan con una entrada Ethernet para establecer una conexión LAN (Local Area Network). Es necesario, por lo tanto, disponer de un router con la misma conectividad, para que el cable Ethernet pueda conectar el datáfono con el modem.

Este tipo de conectividad es ideal cuando la difusión de la señal de WiFi no es óptima. En este caso, se pueden procesar las transacciones en una única ubicación fija (la caja) sin posibilidad de desplazarse por el local.

Se trata de una solución incómoda, ya que se pierde demasiado la movilidad, pero es el mejor método para garantizar una conexión estable en un punto fijo, tan necesaria en los comercios con un elevado flujo de caja, como puede ser un supermercado o una tienda de tecnología, por ejemplo.

¿Cuál es la mejor conexión?

A continuación, encontrarás un resumen de las diferentes opciones en cuanto a conectividad para terminales de pago.

El ancho de banda indica la velocidad de descarga. Mbps significa megabits por segundo, mientras que Kbps significa kilobits por segundo (a modo de referencia, 1 megabit equivale a 1024 kilobits).

Las velocidades también pueden variar en función de la zona geográfica. Además, ten en cuenta que la velocidad máxima comunicada es generalmente superior a la real.

Tipo de conexión Velocidad / Ancho de Banda Terminal TPV
Red fija
hasta 56 kbps Fijo
Bluetooth hasta 800 kbps (0,8 Mbps) Inalámbrico, fijo
WiFi 50 Mbps promedio Inalámbrico, fijo
Ethernet (LAN) 10-1000 Mbps Fijo
2G (GSM) hasta 9,6 kbps Portátil, móvil
2.5G (GPRS) hasta 114 kbps (0,1 Mbps) Portátil, móvil
2.75G (EDGE) hasta 0,3 Mbps Portátil, móvil
3G hasta 2 Mbps Portátil, móvil
4G (LTE) hasta 60 Mbps Portátil, móvil
5G hasta 150 Mbps Portátil
Tipo de conexión Velocidad Terminal
Red fija
hasta 56 kbps Fijo
Bluetooth hasta 800 kbps
(0,8 Mbps)
Inalámbrico,
fijo
WiFi 50 Mbps
promedio
Inalámbrico,
fijo
Ethernet
(LAN)
10-1000 Mbps Fijo
2G (GSM) hasta 9,6 kbps Portátil,
móvil
2.5G (GPRS) hasta 114 kbps
(0,1 Mbps)
Portátil,
móvil
2.75G (EDGE) hasta 0,3 Mbps Portátil,
móvil
3G hasta 2 Mbps Portátil,
móvil
4G (LTE) hasta 60 Mbps Portátil,
móvil
5G hasta 150 Mbps Portátil

En teoría, una conexión más veloz permite un mejor cifrado de datos, aunque en realidad los terminales modernos utilizan altos estándares de seguridad independientemente del tipo de conexión con las redes de pago y con los bancos.

La principal ventaja de un ancho de banda elevado es la rápida ejecución de las transacciones, lo que posibilita atender a más clientes en menos tiempo.

La opción más rápida suele ser el cable Ethernet, ya que el datáfono está conectado directamente a la red LAN. El WiFi también es rápido, aunque la estabilidad puede resentirse en los desplazamientos.

En cuanto a las conexiones móviles, cuanto mayor sea el número que precede a la «G», mayor es (en teoría, al menos) la velocidad de conexión. En este caso, no hay mucho que elegir, ya que en España predomina el 4G y, además, solo los terminales más modernos están preparados para establecer una conexión con redes 5G.